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¿Qué debemos tener en cuenta cuando almacenamos y compartimos nuestros archivos a través de internet?

archivos nube

Guardar o almacenar todos nuestros archivos en el mismo lugar se ha vuelto imprescindible entre los usuarios de internet. Es la mejor manera de tener controlados nuestros archivos y documentos más preciados, poder acceder a ellos en cualquier momento y decidir con quién y cómo compartirlos.

Con la comodidad y confianza de los usuarios en mente, las grandes compañías de servicios digitales han desarrollado su propio software o “nube” con este objetivo: garantizar el almacenamiento y la seguridad de la información más sensible de la manera más fácil posible.

 

¿Cuáles son las ventajas de usar una nube privada?

  • Seguridad de información confidencial gracias a un servidor privado administrado por uno mismo. El software se instala en su centro de datos y el cifrado en reposo protege los archivos en el propio servidor. De esta manera todas las solicitudes de acceso deben cumplir con las reglas establecidas por el administrador y solo las personas autorizadas podrán acceder a esta información compartida.
  • Equilibrio entre seguridad del software y necesidades de los usuarios. Para garantizar la protección de los datos más sensibles, cuestión de gran interés para las empresas, la nube permite a los administradores controlar y administrar los datos según su política y procedimiento, como asignando etiquetas de sistema, impidiendo el acceso a archivos específicos o reteniendo determinados archivos por motivos de cumplimiento.

Y un ejemplo claro es QuarkingBox, adaptada e implementada por BCNQuark. Esta nube cumple los requisitos para administrar, almacenar y compartir según tus intereses todo tipo de archivos de una manera sencilla e intuitiva, a la vez que segura para garantizar la protección de datos del usuario.

Novedades del reglamento GDPR sobre información personal

Respecto a la seguridad de datos personales, el nuevo Reglamento Europeo de Protección de Datos o, como todo el mundo lo conoce, el GDPR (General Data Protection Regulation), quiere empoderar a los usuarios que ofrecen sus datos personales por un servicio en línea, como atesorar documentos y archivos en discos duros y servidores. Por esta razón, todas las empresas que gestionan información personal de usuarios europeos deberán cambiar la manera en que procesan la información personal de sus clientes a partir del 25 de mayo de 2018.

Uno de los cambios es el consentimiento del tratamiento de los datos personales de manera expresa, fácil y con lenguaje sencillo para el usuario. También para poder retirar este consentimiento de igual forma. El “derecho al olvido” es otra de las novedades para facilitar que la información personal se elimine a requerimiento del titular. Y, por otro lado, el punto clave del nuevo reglamento es el de las sanciones por incumplimiento. Las multas podrían llegar a los 20 millones de euros o al 4% de la facturación global de la compañía. Por esta razón, será obligatorio nombrar un delegado o DPO (Data Protection Officer) que actuará como intermediario entre las autoridades, los clientes y aquellas empresas que gestionen un volumen importante de datos personales.

Con una colaboración fluida, sin sacrificar el control y la seguridad de los datos personales y corporativos confidenciales, ganamos todos.